Atención, creativos sueltos.

Cada mediados de junio, la misma historia: hordas de jóvenes creativos publicitarios son puestos en libertad por despiadados directores de agencia a partir de las 3 de la tarde en lo que comúnmente se denomina «la jornada intensiva».

Como bien sabéis, los creativos son esos seres vestidos raros que durante el resto del año permanecen agazapados tras sus ordenadores, cobijados en agencias de publicidad y estudios de diseño desde que sale el sol (las 10 de la mañana) hasta que se hace de noche. Saben que ahí fuera suceden cosas porque lo ven en sus pantallas, pero ése no es su mundo. Y han olvidado aquello que les decían en la facultad, aquello de que los nutrientes de la creatividad son las influencias, las películas, los libros, las conversaciones, el alejarse un poco, el darse una vuelta.

Por eso salen los anuncios que salen…

Ellos son parte de la agencia, como el cartón pluma, los premios de las estanterías, los salarios bajos o la máquina de café. Por eso, cuando con la llegada de los calores son expulsados súbitamente al mundo exterior, el choque con la realidad es tan brusco que ni siquiera sus gafas de sol último modelo son capaces de protegerles de tanta luz y tantos estímulos. No saben qué hacer con tanto tiempo libre. Y es por eso que se dedican a vagar por nuestras calles y parques como almas en pena durante días. Y es por eso también que al cabo de una semana, al llegar las 3 de la tarde, temerosos de lo que pueda pasar ahí fuera, se aferran a su silla y siguen trabajando hasta que, nuevamente protegidos por la luna, pueden volver a sus casas, se descargan el último episodio de «Cómo conocí a vuestra madre» y lentamente van cayendo en un profundo sueño en el que aparecen ellos con un león dorado en la mano y una camiseta tan chula que hasta Toni Segarra le pregunta dónde se la han comprado.

Desde la Fundación Sapristi de Ayuda a Creativos en Jornada Intensiva (FSACJI) trabajamos para ayudar a los pobres creativos a disfrutar de su tiempo de asueto, nutriéndolos de ideas de cosas para hacer durante todos esos días de media jornada.

Publicitario, créenos, hay vida ahí fuera. Se llama vidorra.

Y tú te la puedes pegar, que te la has ganado.